Al caminar cerca del antiguo hospital de Barichara, no pasa desapercibida la figura de un gato en arcilla, que posa en la esquina de la edificación y se ha convertido en el centro de atención, para los transeúntes que admiran la escultura por su originalidad y su belleza.
Revista Atisbe quiso conocer la historia que hay detrás de este felino inmóvil y hablamos con su creador, el escultor y residente en Barichara Javier Pinto Gómez, quien nos contó del «nacimiento» de estos Miaus como él les llama.
«Nacieron durante la pandemia. Queríamos un gato, un Michi con mi hija Estefanía y como no podíamos conseguir uno vivito y coleando, tomamos arcilla que guardo siempre en mi taller y manos a la obra. Salió todo un personaje que mira de frente, de lado y hacia el cielo. Igualmente han nacido en mi taller gaticos de todos los colores, rojos, verdes y azules como las puertas y ventanas de nuestra hermosa Barichara.
El primero estuvo en la esquina de mi casa en el cimiento de piedra, pero unos niños lo rompieron, estaban jugando y fue sin querer. Otro está por la vía hacia San Gil donde están Los Ángeles de piedra. Hay un Michi turquesa y algunos en los techos torcidos de Barichara como vigilantes por siempre».
Estas simpáticas esculturas gatunas causan sensación en quienes las ven y aplauden la idea de Pinto, que también contó entre risas, el aporte que hicieron algunos niños en uno de sus Miaus al que le pusieron ojos con marcador y quedó visco.
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